Atravesé mil muros, batallas infinitas me hicieron alcanzar un poder inimaginable, caballeros negros con máscaras que no permitían ver la realidad, aquella verdad que tantas veces intente prevenir pero que al final fui yo la que no la vi.
Aquellas guerras verbales entre la conciencia y la razón, acabaron por confundir al corazón.
Mil errores hicieron de mi día a día un mar de temores, pausas señaladas en mi trayectoria interrumpieron mi historia, esa historia que hoy quizás pueda contar aunque no se si de principio a final.
Se me ocurrían.. cada día un sueño, una ilusión que resurgía, la perseguía pero al final de mi se despedía.
Que ironía... recuerdo aquellos tiempos y odio lo que siento, no distingo el sentimiento, puede sonar incierto, pero por supuesto todo esto son lamentos de esos sueños que volaron con recuerdos en el tiempo...

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