Hoy soy las aves que caen
y las alas que siguen,
los cuerpos que regresan en vano,
y las cartas manchadas
de un carmín frío lleno de grietas
que hace arder todo el silencio sin llamas.
Soy la plenitud de todos y la rabia de nadie,
la paz de alguien y el equilibrio de tu voz.
Soy un todo lleno de nada que rechazan
las pupilas ignorantes
las pestañas ignoradas,
y los gritos a ciegas;
quien estrecha la mano a los defectos de un ojalá
y los acompaña a marcharse.
Soy todo lo que nunca fui y
aun no he sido porque estoy siendo,
contigo.
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