Y hasta que un día estas sentada frente a tu ordenador y te das cuenta de que la vida es algo más que lo que ves durante cada día que te sientas frente a esa pantalla, y no encuentras una explicación, no sabes el por qué de sentirte así, no entiendes porque llegas a sentirte diferente si estas haciendo lo de cada día, sentada a esperar que alguien llegue y te de la respuesta que necesitas.
Y hasta que esa respuesta llega camuflada mediante un amigo, mediante un simple saludo, un simple -Hola!
que no se te hubiese pasado por la mente que esa palabra, ese momento rutinario en el cada día uno tras otros personas de tu entorno, comparten una conversación contigo normal sin saber que a veces una de ellas puede cambiar tu vida.
Pero poco a poco notas el cosquilleo y sientes que el poder sentarte frente a esa pantalla ya no es una rutina, ahora es una ilusión, algo que ha día de hoy se ha convertido en mi historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario