mis muebles mentales es que
hay puertas que seguirán estando
en algún lado de tu mente,
y que siempre podré utilizarlas
como salida de emergencia
ante situaciones que incluso
me aten sin cadenas a cualquier lugar
al que no haya pertenecido nunca.
Lo malo es que de las puertas
derivan los portazos y
no hay llaves suficientes en el mundo
para dejar entreabiertas
las puertas de lo que nadie imagina
que puede ser de todo menos del paraíso.
Entre cientos de iguales pesadillas yo
dejé intacta la ventana transparente
que cambiaba de sitio
cada vez que mis insomnios me desvelaban.
Puede que hoy haya resuelto mi duda de
por qué aun con la luz encendida
no puedo encontrar salida alguna
si no tengo la certeza de que
a la mañana siguiente
encontraré de nuevo desordenado mi orden.
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