miércoles, 25 de enero de 2017

"LA JAULA SE HA VUELTO PÁJARO" A. Pizarnik

"Lo siento mucho todo, y esto no es una disculpa"

Soy consciente de que la lucha me queda tan grande que por eso me dejo el alma y la voz, para empequeñecer el miedo y que sean las ganas y la fuerza que nos una, lo que nos de ánimo para no dejar de hacerlo nunca, lo que nos haga libres.
Nunca fui una persona insegura, pero he tenido tantas incógnitas y lagunas que aún me sorprende haber resuelto cada duda, haber luchado por cada espina y haber llenado de valentía cada renglón vacío que me asfixiaba buscando respuestas fuera de mí, cuando verdaderamente, siempre, siempre, las tuve dentro.
Nunca encontré mi sitio porque entendí que mi sitio era buscar el de los demás, y fue, justo entonces, cuando me encontré.
Me encontré gritando por nosotros mismos, personas llenas de inseguridades que frenan y oprimen sueños, metas, ilusiones. Me encontré luchando por nosotras, mujeres muertas de miedo por una sociedad que nos ha hecho creer que no podemos, que no valemos, que no está bien esto, que debes hacer lo otro "porque sí".
He pasado media vida perdiéndome entre libros y reflexiones en cuadernos porque no había forma de hacerme hueco en un sistema patriarcal del que ahora me río tanto como me enerva. Me río porque carece en todos sus aspectos del más mínimo sentido. Y me enerva, por la misma sencilla razón. Porque cuando no hay fundamentos que respalden una idea, para mí, pasa al cajón de las cosas absurdas. Pero ojalá fuera tan sencillo. Ojalá fuera tan sencillo tirar a la basura años de cuentos, siglos de machismo, de tradiciones y mitos que nos han limitado tanto como oprimido y que han conseguido que interioricemos un papel que no nos corresponde.
Hay generaciones que tienen tan interiorizado el "ha sido siempre así", que dudo mucho que su jaula pueda llegar a convertirse en pájaro. Es muy difícil que muchas de nuestras madres abran los ojos a una realidad que pretende hacernos creer que nuestro trabajo es ponernos una venda para dejar de creer en nosotras mismas. Es muy difícil que muchas de nuestras generaciones mayores sean capaces de ver que nuestra lucha debe partir de empoderarnos para ser conscientes de que nuestros derechos son ni más ni menos reales, y que si es necesario luchar por ellos es porque básicamente llevan toda la historia anulados y vulnerados. Porque creen que el papel de la mujer es otro, porque hay mujeres tan machistas como hombres.
Nos han hecho creer en un gueto de terciopelo que debemos cuidar porque nos ha tocado por el simple hecho de nacer mujer.
Que nuestra misión en la vida es traer, valga la redundancia, vida.
Que nuestro sitio está en la casa, que "el amor todo lo puede", que "calladita estás más guapa", que ese vestido es demasiado corto, que esa libertad que pretendes te queda demasiado grande.
Nos han contado que "los niños no lloran" y que las niñas deben crecer viendo a un príncipe azul que les romperá el corazón por estar enamorado de ella.
Nos han contado que el rosa es mío y que el azul es tuyo. Que las muñecas deben ser mías, los coches tuyos. Que no maquillarse te hace menos mujer, que el hecho de no llevar sujetador ya implica que deseas atención y provocar. Que el largo de mi falda justifica tu agresión. Que la hora de mi libertad justifica tu acoso.
Nos han dicho que "si te hace burla es que le gustas", que "corres como una niña", que "quien bien te quiere te hará llorar", "no llores, nenaza"
Nos han enseñado a conformarnos, porque "siempre ha sido así".
Y no, LA JAULA SE HA VUELTO PÁJARO.

Es el momento de crear generaciones fuertes, es el momento de ver el feminismo como una realidad que sólo pretende devolvernos los derechos que nos ha anulado un sistema patriarcal vacío de propiedades y fundamentos y que justo ahora, cuando cada vez somos más voces las que nos dejamos el alma por crear conciencia y sensibilizar sobre una realidad que nos incumbe a todos; justo ahora, es cuando el miedo se huele a distancia. El patriarcado se huele la posibilidad de que nos miremos al espejo y nos veamos guapas por dentro y por fuera. Se huele el miedo a que nos miremos de espalda al espejo y nos veamos esas alas que han permanecido siempre ahí pero ocultas por el temor a que el sistema opresor las viera y siguiera cortándolas mucho más de lo que lo ha hecho siempre. Nos olemos el miedo del patriarcado a que dejemos de tener miedo. Y es justo por eso por lo que os han vendido la idea de que el feminismo pretende invadir Polonia, ¿no?. "Feminazismo": dicho término surge del miedo del sistema patriarcal a que pretendamos luchar por lo que nos corresponde, por nosotras. Surge para ridiculizar la lucha feminista ante una realidad machista que ha estado presente desde el origen de los tiempos.
Así que no, queridxs, no existe el feminazismo. Existen las feministas radicales, al igual que la derecha radical, que la izquierda radical. Os han vuelto a vender la moto y os han contado que la reivindicación de mis derechos carece de sentido. ¿Vaya locura verdad?, querer vivir en una sociedad con igualdad de oportunidades para avanzar, conseguir, lograr y ser. Vaya locura reivindicar lo que me pertenece...


Es el momento de quemar la venda de los ojos, de crear generaciones adolescentes conscientes de que el amor no es aguantar, de que la violencia de género sólo implica el maltrato físico.
Es el momento de que gritemos que la MEDIA NARANJA NO EXISTE, que NO ES NO, QUE NO SOY DE NADIE, SÓLO MÍA; que los polos opuestos no se atraen, que quien bien te quiere te hará feliz y no llorar, que quien quiera quedarse se va a quedar y no hará falta pedirle a gritos a alguien que se quede.
Es hora de poner límites y de abrir los ojos, de quitarnos la venda y hacernos un lazo como Sara Búho. Hora de rompernos la garganta dejándonos la voz educando en igualdad y en amor propio.
Somos nuestras.
Somos únicas.
Somos especiales.
Somos diferentes.
Somos mujeres.
Somos personas.




Pd: A mi padre por plantarme un par de alas en el alma y ponerme un libro entre las manos para que aprendiera a volar antes que a nadar
A mi madre por regarme la mente y convertir mis miedos en la primavera que hoy ha hecho de mis espinas la primavera que plena mi vida.
Vivo en un eterno GRACIAS por hacerme LIBRE.



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